Meet the Spartans, o Casi 300 como se la ha titulado aquí, consiguió situarse en su primer fin de semana en el primer puesto del box-office estadounidense al igual que en nuestro país.
Producto de vida corta pero muy efectiva, no es más que la enésima versión paródica de un supertaquillazo made in USA que tan acostumbrados nos tiene el cine norteamericano.
En esta ocasión la “victima” escogida es 300, adaptación de la novela gráfica de Frank Miller
estupendamente llevada al cine por Zack Zinder.
Producto de vida corta pero muy efectiva, no es más que la enésima versión paródica de un supertaquillazo made in USA que tan acostumbrados nos tiene el cine norteamericano.
En esta ocasión la “victima” escogida es 300, adaptación de la novela gráfica de Frank Miller
estupendamente llevada al cine por Zack Zinder.
Jason Friedberg y Aaron Seltzer, guionistas y directores, verdaderos especialistas en este peculiar género (suyos son los guiones de Epic Movie, Date Movi, Sacary Movie y sus secuelas, además de dirigir las dos primeras) arropados por un casting repleto de actores procedentes de la televisión entre los que destacan Sean Maguire, Carmen Electra, el “herculiano” Kevin Sorbo y Ken Davitian, nos ofrecen poco más de 84 minutos de cartón piedra y fondos pintados, saturados de gags que poca o nula gracia hacen. Todo vale. Desde la referencia a programas-concursos de la televisión americana, hasta la utilización de otros films y personajes populares que nada tienen que ver con 300. Así los espartanos se las verán con Rocky Balboa, Spider-man (en su versión femenina), El Motorista Fantasma y las “versiones” de Britney Spears o Paris Milton.
Pero no solo se parodia la temática, también el estilo visual de 300. O mejor dicho, uno de los elementos visuales más destacados de 300. Las imágenes ralentizadas. Pero lo que en 300 era verdadero disfrute para la vista, aquí se convierte en tedio, dotando al producto de un empaque visual totalmente plano.
Dos cosas sorprende: la promoción nada disimulada de conocidas marcas de refrescos, chicles, cafeterías; y la insistente y cansina utilización de la homosexualidad como parte de los gags. En este punto, señalar quizá el momento “más entretenido” del film: los créditos finales, donde los protagonistas entonan el I Will Survive de Gloria Gaynor en una especie de, nuevamente, concurso televisivo.
Sin embargo tiene un punto a su favor Casi 300, y no un punto cualquiera. Y es que, a pesar de no hacer gracia, la película no se hace larga, todo lo contrario. Sin duda es la primera vez que veo un film que no consigue aquello para lo que en teoría ha sido realizado, o sea, hacer reír, pero que no resulta en ningún momento aburrido. Y dijo en teoría por que el objetivo primario es hacer dinero invirtiendo poquísimo, como así ha sido.
Nota (sobre 10). 2
Critica de "Casi 300" realizada por Xavi Porta.
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