Sabemos que no vamos a ver “La flauta magica”, ni “Otello”, ni “Romeo y Julieta”, asi pues no pidamos a Silvestre Stallone que escriba buenos guiones.
Con esta premisa basta para empezar la crítica de “John Rambo”.
El declive fisico del protagonista no a sido tal, sino que se produce un ensanchamiento por parte de Sly. Lo podimos ver el “Rocky Balboa” y aquí, en la penúltima parte de “Rambo” queda patente.
No me hagais decir las teorias que inundan mi cabeza sobre ese estado fisico, principalmente por que uno se acuerda de aquel incidente en Australia y unas sustancias dopantes…
Los primeros minutos son confusos, no impresionan tanto como el regreso de “Rocky”, se ve un hombre en declive, en la selva cazando serpientes, pero antes ya hemos tenido nuestra ración de sangre con los malos de turno.
Con esta premisa basta para empezar la crítica de “John Rambo”.
El declive fisico del protagonista no a sido tal, sino que se produce un ensanchamiento por parte de Sly. Lo podimos ver el “Rocky Balboa” y aquí, en la penúltima parte de “Rambo” queda patente.
No me hagais decir las teorias que inundan mi cabeza sobre ese estado fisico, principalmente por que uno se acuerda de aquel incidente en Australia y unas sustancias dopantes…
Los primeros minutos son confusos, no impresionan tanto como el regreso de “Rocky”, se ve un hombre en declive, en la selva cazando serpientes, pero antes ya hemos tenido nuestra ración de sangre con los malos de turno.
Hasta el y su barca, llegan una panda de religiosos, y digo panda por que no llegan a pandilla; no cuadran ahí, ni los actores ni los papeles que encarnan. Entre ellos una mujer ( en pleno genocidio?¿) que hara que John cambie su opinión y finalmente les remonte rio arriba.
La moralina emerge timidamente mostrando lo malo que son los malisimos de turno, y nos enseña la crudeza de un conflicto armado con poco tacto, igual que un telediario sensacionalista; para estas lecciones en la gran pantalla en preferible ver cintas como “Hotel Rwanda”.
Y poca cosa más.
Los misioneros son capturados por los malos y Rambo acude al rescate secundado por unos mercenarios contratados por la parroquia para ese fin.
Pongamos las cartas sobre la mesa.
Queremos ver al heroe, pero se hace de rogar; Stallone intenta repetir sin la misma suerte lo que ya hizo en “Rocky Balboa”, y no funciona. Sabemos de sobras las limitaciones de este actor, director, guionista y productor, pero no perdonamos que haya más acción.
Tal vez el tiempo haya pasado mal para esta franquicia, es posible que tengamos idealizado el heroe, el recuerdo sobre “Rambo III”, que durante muchis años fue la película calificada como más violenta de la historia del cine, o al menos donde pegaban más tiros.
Pero si sabemos de las limitaciones del querido Sly, desconociamos su astucia o franqueza en aportar a la película momentos contundentes a gogo que sacían algo nuestra nostalgia.
Una sola cosa más cabe destacar en la crítica que nos concierne hoy, y es la recuperación del tema principal de la saga “Rambo” por parte de Brian Tyler, el encargado de la parte musical de la película, “It’s a long road” de Jerry Goldsmith vuelve a sonar, aunque solo sea en su versión instrumental.
Señores, Rambo vuelve a casa, y nunca mejor dicho…
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